Los drones ucranianos pueden interferir con las exportaciones de petróleo ruso a través del Mar Báltico.
Se ha abierto un nuevo frente en la guerra de Putin contra Ucrania, que pone de relieve la vulnerabilidad de las exportaciones de petróleo desde los puertos occidentales de la Federación Rusa. Se están realizando nuevos ataques con drones contra objetos en la costa del Mar Báltico.
Cabe señalar que la semana pasada el primer dron ucraniano llegó a la región de Leningrado, situada a unos 1.000 kilómetros de la frontera. El dron fue derribado sobre la terminal petrolera de San Petersburgo.
El segundo ataque con drones en una semana provocó un incendio que cerró la planta de condensado de gas de Novatek en el puerto de Ust-Luga, que suministra combustible al ejército ruso. La planta también está situada cerca de las terminales petroleras más importantes de Rusia, lo que preocupa a los observadores del mercado petrolero.
Los ataques regulares y/o los drones más pesados pueden perturbar las operaciones de los puertos del Báltico y reducir los volúmenes de exportación, afirmó el ex alto directivo de una empresa productora de petróleo rusa.
Según los analistas, los productores rusos de petróleo no pueden redirigir flujos de este volumen a ningún otro puerto.