El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, instó a la Alianza a actuar con rapidez, ya que la guerra de Rusia contra Ucrania entra en una de sus fases más críticas. «Creemos que a partir de 2030, Putin podría tener aún mayores oportunidades. Hoy, Ucrania lo frena», declaró el presidente.
Sin embargo, según el líder ucraniano, los retrasos en el aumento del apoyo militar a Kyiv podrían dar tiempo a Rusia para reagruparse, reentrenarse y rearmarse. Zelenski enfatizó que las tropas rusas están sufriendo pérdidas devastadoras en el campo de batalla, pero Putin busca activamente pausas en las hostilidades, no para conversaciones de paz, sino para aliviar las sanciones y prepararse para una nueva ofensiva.
Mientras tanto, Rusia ha acusado a Serbia de suministrar armas a Ucrania por segunda vez en un mes. Un nuevo comunicado del Servicio de Inteligencia Exterior ruso afirma que, «a pesar de la creciente presión sobre Belgrado por parte de Moscú», las empresas serbias están «incrementando la exportación de productos militares a la zona de confrontación entre el ‘Occidente colectivo’ y Rusia».
En respuesta, el presidente serbio, Aleksandar Vučić, dijo que el país había dejado de exportar municiones y las producía únicamente para sus propias necesidades militares.