La cuestión de la ayuda a Ucrania está pendiente en el Senado de Estados Unidos. Incluso si se pudiera adelantar la ayuda militar, hay muchas razones para dudar de que el dinero llegue, dada la profunda oposición de los republicanos, incluido el expresidente estadounidense Donald Trump, escribe el NYT.
Entre bastidores, en Washington y Europa, algunas partes discuten otras opciones, en particular, la incautación de más de 300.000 millones de dólares en activos pertenecientes al Banco Central ruso. Sin embargo, esta cuestión resultó ser más difícil de lo esperado.
Además, los aliados de Ucrania discuten la posibilidad de intercambios integrales de armas, similar a lo que han hecho Japón y Corea del Sur, que proporcionaron a Estados Unidos proyectiles de artillería para que Washington pudiera brindar más ayuda a Ucrania. Tanto Corea del Sur como Japón han dicho que no exportarán armas directamente a una zona de guerra.
También existe la opción de que los países europeos paguen por las armas estadounidenses y su envío a Ucrania. Esto es crucial, ya que Europa no puede producir mucha más munición. Durante los últimos 30 años, la mayoría de las instalaciones de producción europeas han sido desmanteladas.