La situación que se ha desarrollado en Ucrania y en el mundo es desfavorable para los productores agrícolas ucranianos, que se ven obligados a cesar sus actividades, afirmó el director general de la Confederación Agraria de Ucrania, Pavlo Koval.
Señaló la fuerte reducción de las empresas ucranianas: «Sabíamos que muchas cosas irían mal. Pero no esperábamos que un tercio de las empresas agrícolas, la industria forestal y la pesca abandonaran el mercado».
También espera que al final del año cerealero otro 10-20% siga el mismo camino. Los pequeños productores son los más afectados, mientras que las grandes empresas cuentan con importantes reservas financieras que les han permitido sobrevivir. Sin embargo, según Koval, si todo sigue igual el año que viene, las consecuencias también pueden ser críticas para ellos.
Koval continuó diciendo que los problemas creados por la invasión rusa son tan numerosos que es imposible enumerarlos. Estos problemas incluyen campos minados, movilización de trabajadores, escasez de recursos financieros, bajos precios de los cereales y altos costos logísticos.