A principios de este año, el grupo EDS Ucrania, bajo la dirección de Oleksandr Zapyshny, planeó inversiones a gran escala en la producción de transformadores y cargadores para vehículos eléctricos de alta potencia.
La empresa tenía previsto construir un nuevo taller con una superficie de 4.000 metros cuadrados en 2025, y un año después, otro taller similar para ampliar su producción, donde trabajarían 160 personas. Se planeó invertir y reembolsar casi 8 millones de dólares en cinco años. Actualmente ya se ha encontrado financiación para la primera etapa en Zapyshny gastos, y el resto lo financian los bancos asociados.
Sin embargo, el Estado registró la semana pasada las oficinas del grupo y las residencias de directivos y empleados. EDS Ucrania lo calificó de «presión sobre el negocio». Como resultado, decidieron suspender el desarrollo del proyecto en Ucrania y comenzaron a estudiar la posibilidad de trasladar este proyecto a la República Checa. Estaba previsto que los productos se fabricaran en Ucrania y se vendieran en la UE y Estados Unidos.