Estados Unidos se opone al uso de la palabra «agresor» para referirse a Rusia y a formulaciones similares que los líderes del G7 han utilizado desde 2022 en declaraciones relacionadas con el tercer aniversario de la invasión de Ucrania. La insistencia de la administración Trump en suavizar la redacción refleja un cambio más amplio en la política estadounidense, que ahora describe la guerra como el «conflicto ucraniano».
Además, la participación del presidente Zelenskyy en la cumbre virtual del G7 del 24 de febrero no ha sido confirmada y está en duda. El cambio en la política estadounidense se produjo después de que Donald Trump se refiriera a Zelenskyy como «un dictador sin elecciones» y propusiera invitar a Rusia a volver al G7.
Además, Estados Unidos se ha negado a copatrocinar un proyecto de resolución de la ONU que marca el tercer aniversario de la invasión rusa de Ucrania. Este proyecto condena la agresión rusa y reafirma el compromiso con “la soberanía, independencia, unidad e integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente”. Históricamente, Estados Unidos ha copatrocinado casi todas las resoluciones de la ONU en apoyo a Ucrania.