Kiev planea cubrir su déficit presupuestario principalmente a través de más de 40 mil millones de dólares en financiamiento externo el próximo año. Al mismo tiempo, más de dos tercios de esta cantidad aún no han sido confirmados. Por lo tanto, las autoridades ucranianas están tratando de resolver la cuestión de la financiación de los gastos militares si los aliados no pueden proporcionar la ayuda prometida. Sin embargo, estas opciones conllevan ciertos riesgos.
El conjunto de herramientas financieras de Ucrania implica aumentar los ingresos fiscales, lo que es un desafío obvio para una economía devastada, o reducir el gasto de la población. Entre las opciones de política monetaria se encuentran la devaluación de la moneda ucraniana o el regreso a las restricciones del BNU, lo que tendrá consecuencias negativas, señala Bloomberg.
Otra opción financiera es la impresión de dinero. El año pasado, el BNU emitió casi 400 mil millones de UAH (10,9 mil millones de dólares) mediante la compra de bonos gubernamentales nacionales. Sin embargo, la ventaja de esta opción se ve eclipsada por la presión sobre la moneda ucraniana debido a la entrada de grivnas, que el año pasado contribuyó a la aceleración de la inflación.