Las Fuerzas Aéreas de Ucrania derribaron dos importantes buques rusos: un avión de detección de radar de largo alcance y un puesto de control aéreo. El comandante en jefe Valery Zaluzhny confirmó esta información.
Según Forbes, el coste de la versión básica del A-50 es de 330 millones de dólares, y la versión mejorada es de unos 500 millones de dólares. Si el avión es destruido, será la pérdida más costosa para la Federación Rusa desde el hundimiento del crucero MOSKVA, valorada en 750 millones de dólares.
En total, Rusia cuenta con 16 aviones A-50 de diversas configuraciones. Lo más probable es que Rusia ya no pueda fabricar ni modernizar estos complejos de aviación. La principal ventaja del A-50 sobre los radares terrestres es la capacidad de detectar objetivos a una distancia de hasta 600 km.
El coste del IL-22 derribado se estima en 30 millones de dólares. A principios de 2024, Rusia contaba con 31 aviones de este modelo.
La A-50 y la IL-22 trabajan en conjunto.