Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala, Ucrania ha pagado aproximadamente 770 millones de dólares a intermediarios extranjeros por armas y municiones que nunca se han entregado. Cabe destacar que el importador especializado Progress firmó un contrato con el proveedor estadounidense de municiones OTL Imports, por el cual Ucrania pagó 17,1 millones de euros (35% del valor total del contrato) en noviembre de 2022, y nunca recibió los proyectiles ni las minas.
Progress ganó con éxito un arbitraje contra OTL en Viena, lo que resultó en una orden para que OTL reembolsara 21,3 millones de euros (este total incluye el anticipo, las costas legales, los intereses y las sanciones). La empresa estatal está trabajando actualmente para que este laudo arbitral sea reconocido en Estados Unidos.
Otro acuerdo fallido se alcanzó con la empresa estadounidense Regulus Global por aproximadamente 1700 millones de dólares, en el que la empresa estatal ucraniana proporcionó un anticipo de 162,6 millones de dólares y 14 millones de euros.
Varios funcionarios ucranianos vinculados a estos contratos están siendo investigados. Muchos de estos acuerdos problemáticos se establecieron sin la debida diligencia, debido a controles internos inadecuados sobre las transacciones y a la prisa por conseguir fondos.