Ucrania ha dado a los EE.UU. y al Reino Unido una lista de objetivos en territorio ruso que le gustaría atacar con misiles de largo alcance.
Inicialmente, Kyiv solicitó permiso para utilizar misiles de largo alcance estadounidenses ATACMS para atacar aeródromos rusos, pero el Pentágono explicó que el 90% de los aviones que el enemigo utiliza para bombardear el territorio ucraniano se encuentran a 300 kilómetros de la frontera, fuera del alcance de estos misiles. Además de los misiles ATACMS, el ejército ucraniano quiere utilizar misiles británicos Storm Shadow y su homólogo francés SCALP.
Al mismo tiempo, según las imágenes de satélite, Rusia, esperando que se le conceda el permiso a Ucrania, ha retirado sus aviones de combate de la zona que potencialmente puede ser dañada por misiles de largo alcance ATACMS. Sin embargo, se observa que cuando finalmente se levante la prohibición, muchos objetivos seguirán disponibles para Ucrania, incluidos puestos de mando, puentes, depósitos de petróleo, almacenes de campaña de municiones, combustible y lubricantes y sistemas de defensa aérea S-300/400.