Después del masivo ataque ruso con misiles el 2 de enero, el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmó: «Putin está intensificando el terror contra Ucrania. Fue el segundo ataque masivo con misiles en sólo cuatro días. La infraestructura civil resultó dañada, hubo heridos y muertos, entre ellos niños».
Indicó que los países occidentales podrían actualmente tomar cinco medidas en respuesta a la agresión rusa, en particular: acelerar el suministro de sistemas de defensa aérea y municiones adicionales a Ucrania, proporcionar a Ucrania drones de combate de todo tipo, proporcionar a Ucrania misiles de largo alcance con un alcance de más de 300 kilómetros, aprobar el uso de activos rusos congelados para ayudar a Ucrania y aislar a los diplomáticos rusos en sus respectivas capitales y organizaciones internacionales.
Al mismo tiempo, el Bundestag criticó la lentitud en el suministro de armas a Ucrania y pidió el suministro de misiles Taurus de largo alcance.
Además, en relación con los ataques con misiles, la embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Bridget Brink, señaló que es fundamental apoyar a Ucrania ahora para detener a Putin.