Otros ocho aviones resultaron gravemente dañados y 20 militares rusos murieron o resultaron heridos. En la noche del 5 de abril, drones del SBU atacaron un aeródromo en Morozovsk, región de Rostov, donde tenían su base los bombarderos de primera línea Su-34 y los cazas Su-27.
Además, el comandante en jefe Oleksandr Syrskyi informó que las Fuerzas Armadas de Ucrania tuvieron éxito táctico en las direcciones de Kupyansk y Lyman.
Al mismo tiempo, los servicios de inteligencia estonios predicen un aumento de la intensidad de las hostilidades en Ucrania. Los servicios de inteligencia afirman que el ejército ruso sigue manteniendo su iniciativa y ritmo de avance en dirección a Luhansk y Donetsk. También se supone que va en aumento la amenaza de operaciones militares en el noreste de Ucrania.
El enemigo continúa atacando desde el aire. En la noche del 6 de abril, los rusos atacaron y dañaron una empresa agroindustrial en la región de Kherson y atacaron Zaporizhzhia con misiles. Ese mismo día por la tarde los ocupantes atacaron la infraestructura portuaria de Odesa.