Se trata concretamente de la prohibición de importar cereales a cinco países de la Unión Europea, que estará vigente hasta el 15 de septiembre, informó el jefe adjunto de la oficina presidencial, Ihor Zhovkva. «Si la Comisión Europea continúa con su decisión, presentaremos una queja ante la comisión de arbitraje en virtud de nuestro acuerdo de asociación», dijo Zhovkva.
Destacó a Polonia, que, junto con Hungría, ha advertido que impondrá restricciones unilaterales si no se amplían las medidas de la UE. «Si Varsovia comienza a actuar por su cuenta este mes, la Comisión Europea debería tomar medidas legales contra las violaciones del mercado único de la UE», dijo un funcionario de la oficina del presidente.
Mientras tanto, el presidente del parlamento eslovaco, Boris Kollar, hizo un llamamiento al gobierno eslovaco, exigiendo que después de que expire el embargo de la UE en septiembre, el país se una al cierre sus fronteras con Polonia y Hungría a la importación de cereales ucranianos. Al mismo tiempo, señaló que no tiene intención de detener el tránsito de cereales ucranianos.