La semana pasada, el ejército de Ucrania atacó otro importante objeto militar enemigo en territorio ruso. En el ataque resultó gravemente dañado el aeródromo ruso de Lypetsk, en la región de Lypetsk, donde las fuerzas rusas habían albergado aviones de combate Su-34, Su-35 y MiG-31, informó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Como resultado del ataque, la mayoría de los aviones estacionados en el aeródromo ni siquiera tuvieron tiempo de despegar. El ataque con drones ucranianos provocó una detonación en cadena y un incendio a gran escala que cubrió gran parte del aeródromo. En el momento del ataque, el enemigo tenía varias docenas de aviones de combate y helicópteros en el aeródromo y más de 700 bombas aéreas guiadas estaban almacenadas en almacenes.
Además, unidades ucranianas atacaron divisiones rusas de misiles antiaéreos en la región de Donetsk. Los objetivos eran tres complejos de radar enemigos: dos S-350 y un S-300. Se confirmó la destrucción de un radar de misiles de defensa aérea S-350. Los tres sistemas de radar enemigos dejaron de funcionar después de los ataques.