En la noche del 21 de septiembre, una acción conjunta entre el SBU y las Fuerzas Navales de Ucrania atacó el aeródromo militar de Saki en la Crimea temporalmente ocupada.
En el momento del ataque, el aeródromo tenía al menos 12 aviones rusos Su-24 y Su-30 y MANPADS Pantsir. Además, existía una base de entrenamiento para los operadores de vehículos aéreos no tripulados Mojaher, que los rusos utilizaban para los ataques en Ucrania.
El ejército ucraniano afirmó que el equipo de los ocupantes resultó gravemente dañado. Para derrotar al enemigo, los defensores ucranianos utilizaron drones que sobrecargaron la defensa aérea rusa y luego lanzaron misiles Neptuno.
Los canales rusos de Telegram confirman la destrucción y las víctimas en el aeródromo y afirman que hay al menos 30 muertos. Los recursos de información rusos creen que este ataque es el mayor desde el comienzo de la invasión a gran escala.
Un día antes, las tropas ucranianas lanzaron un ataque con misiles contra el puesto de mando de la Flota rusa del Mar Negro cerca de Sebastopol. Como resultado del ataque, las tropas enemigas y el costoso equipo militar fueron destruidos.