El año pasado Turquía se convirtió en el mayor comprador mundial de productos petrolíferos rusos, informaron los analistas de CSD y CREA. En su opinión, Turquía se ha convertido en un punto de transbordo estratégico para los productos petrolíferos rusos desviados a la UE, generando cientos de millones en ingresos fiscales para la maquinaria de guerra del Kremlin.
Después de que el 5 de febrero de 2023 se impusiera el embargo al suministro de productos petrolíferos rusos a la UE, los países del bloque importaron 5,16 millones de toneladas por valor de 3.100 millones de euros desde tres puertos turcos. Un análisis de los suministros de petróleo de la UE revela que las empresas europeas pudieron comprar productos petrolíferos rusos que se mezclaban en instalaciones de almacenamiento de petróleo en puertos turcos o se reexportaban.
Rusia y Turquía han aprovechado un vacío legal que les permite comprar productos elaborados con petróleo ruso, siempre que hayan sido significativamente refinados.
Desde la introducción del embargo hasta finales de febrero de 2024, Turquía importó 17.600 millones de euros de productos petrolíferos rusos, un 105% más que en el período anterior. Sus exportaciones de combustible a la UE aumentaron un 107%.