«Todas las restricciones impuestas previamente, ya sean eliminadas o no, se están revisando porque el presidente Trump cree que el statu quo actual no nos conviene a todos, obligando a Rusia a negociar», declaró un alto funcionario occidental.
La decisión final del presidente estadounidense sobre si sancionar o no a Rusia, así como la siguiente fase de apoyo a Ucrania, se debatirán esta semana durante reuniones con funcionarios alemanes en Washington.
El analista militar de Washington, Jorge Rivero, señaló: «La flexibilización de las restricciones permitirá a Kyiv atacar instalaciones militares en territorio ruso, incluidas bases aéreas desde las que se lanzan drones Geran-2 y bombarderos estratégicos, que bombardean sistemáticamente ciudades ucranianas. Este cambio de política también podría dar permiso a las fuerzas ucranianas para atacar centros de mando y rutas logísticas rusas en la retaguardia rusa con armas de precisión». Añadió que tal decisión complicaría la planificación operativa rusa.
Mientras tanto, el canciller alemán, Friedrich Merz, aclaró su declaración y confirmó que los aliados de Ucrania levantaron hace unos meses todas las restricciones al uso de armas de largo alcance para Ucrania y que Kyiv tiene derecho a utilizarlas más allá de sus fronteras.