El ministro de Economía y Planificación de Arabia Saudita, Faisal Alibrahim, en respuesta al llamado del presidente estadounidense Donald Trump para reducir los precios del petróleo, señaló que su país está centrado en la estabilidad a largo plazo del mercado petrolero, por lo que aún no está listo para discutir el tema de la reducción de los precios.
Mientras tanto, Estados Unidos planea aumentar drásticamente sus suministros de petróleo al mercado mundial mientras intenta reducir el precio a 40 dólares por barril, o incluso menos, si Putin no acepta un acuerdo de paz con Ucrania.
Robert Wilkie, jefe del equipo de transición de Trump, subrayó: «La presencia de Estados Unidos en el mercado petrolero mundial reducirá el precio, y esto llevará a la quiebra a la economía rusa. Esto pondrá una presión increíble en la economía militar de Putin».
El ISW cree que Putin teme las consecuencias de la caída de los precios del petróleo, en lugar de considerar las amenazas de Trump como un farol.
«El intento de Putin de presentar los precios más bajos del petróleo como contrarios a los intereses estadounidenses sugiere que Putin teme el daño que tal política causaría a Rusia y está tratando de convencer a Trump de que rechace estas propuestas», señalan los analistas.