Un tribunal holandés ha condenado a dos ciudadanos rusos y a un separatista ucraniano a cadena perpetua después de que fueran condenados por su papel en el derribo del vuelo 17 de Malaysian Airlines, que mató a las 298 personas. El tribunal determinó que se utilizó un misil Buk ruso para derribar el avión y que Moscú tenía el control de los separatistas en el momento del ataque. El tribunal concluyó que el lanzamiento del misil se llevó a cabo deliberadamente, citando que disparar un misil Buk implica un proceso complejo, pero cree que los operadores probablemente pensaron que estaban apuntando a un avión militar en lugar de un avión de pasajeros. El tribunal determinó que sólo la sentencia de prisión más alta sería apropiada para los ex oficiales de inteligencia rusos Igor Girkin, Sergey Dubinskiy y el líder separatista ucraniano Leonid Kharchenko. Sin embargo, Rusia dice que no extraditará a sus ciudadanos, que fueron condenados en rebeldía por la corte holandesa.