Los combates entre Rusia y Ucrania podrían terminar en 2025, ya que ambas partes están al borde del agotamiento. La economía rusa sufre las sanciones occidentales, la escasez de mano de obra y la huida de la población del país. La inflación en el país ha alcanzado los dos dígitos, los tipos de interés se han disparado hasta el 21% y el 40% del presupuesto se destina a la guerra.
Paralelamente, la presión sobre Ucrania para iniciar algún tipo de negociaciones con Rusia puede aumentar el próximo año. En el marco de un posible acuerdo, Ucrania «tendrá que aceptar la pérdida de parte de su territorio». Sin embargo, el país debe recibir garantías de seguridad fiables, siendo la opción ideal la adhesión plena a la OTAN.
«Sin embargo, con el regreso de Trump al poder, Ucrania probablemente no se unirá a la OTAN durante muchos años, pero aún puede recibir ciertas garantías de seguridad», dice el artículo.
El presidente Zelenskyy declaró anteriormente que Trump no podrá obligar a Ucrania a hacer concesiones territoriales, pero Ucrania busca poner fin a la guerra a más tardar en 2025.