Un dron iraní Shahed-136, derribado por la defensa aérea ucraniana en el otoño de 2022, consta de piezas fabricadas por empresas estadounidenses. Según CNN, de los 52 componentes retirados del dron iraní Shahed-136, 40 fueron producidos por 13 empresas estadounidenses. Las empresas que fabricaron los otros 12 componentes son de Canadá, Suiza, Japón, Taiwán y China. Los autores del artículo señalan que las empresas iraníes bajo sanciones están eludiendo con éxito las prohibiciones de suministrarles componentes y productos electrónicos clave. Por ejemplo, la Corporación de Industrias de Fabricación de Aeronaves de Irán (HESA), que diseñó el Shahed-136, ha estado bajo sanciones estadounidenses durante 15 años, desde 2008. Al mismo tiempo, no hay evidencia de que ninguna empresa manufacturera esté exportando deliberadamente sus tecnologías a eludir las sanciones y, a menudo, no pueden garantizar el control total sobre las acciones de sus distribuidores.