Esta podría durar de seis a nueve meses, con el objetivo de fortalecer la posición del Kremlin en las negociaciones de alto el fuego. Para ello, Putin está prolongando las conversaciones sobre el cese de hostilidades, mientras intenta apoderarse de más territorio. En consecuencia, el Kremlin se prepara para una ofensiva multidireccional a lo largo de los 1.000 kilómetros de la línea del frente.
«En el norte, los soldados rusos y norcoreanos prácticamente han privado a Kyiv de una ventaja en las negociaciones al recuperar la mayor parte de la región de Kursk. En el frente oriental, los combates también se han intensificado en las regiones de Donetsk y Zaporiyia», declaró AP.
Según DeepState, en los últimos días el enemigo ha llevado a cabo más de 200 ataques de asalto al día, la mayor intensidad del año. La situación más difícil se mantiene en la dirección de Pokrovsk, donde la frecuencia de los ataques enemigos se acerca a los niveles observados en la segunda quincena de enero. En esta sección del frente se perdió aproximadamente un 600% más de territorio que en todo marzo.
El ISW indica que las tropas rusas se preparan para intensificar las operaciones ofensivas en varias secciones del frente durante la primavera y el verano de 2025.