El canciller alemán, Friedrich Merz, condenó el mayor ataque ruso contra Ucrania hasta la fecha la noche del 9 de julio. «La diplomacia ha agotado sus medios y recursos. El régimen criminal cuestiona abiertamente el derecho a la existencia de todo un país mediante el uso de la fuerza militar y busca destruir el orden político de la libertad en todo el continente europeo. El gobierno federal, que dirijo, hará todo lo posible para evitar que esto suceda», declaró Merz.
Según un informe de las fuerzas de defensa aérea de Ucrania, el 9 de julio el ejército ruso lanzó una cifra récord de 741 vehículos de ataque contra el país. De estos, el ejército ucraniano logró neutralizar 718. El enemigo atacó Ucrania con 728 vehículos aéreos no tripulados de ataque Shahed y simuladores de drones, así como con siete misiles de crucero y seis misiles balísticos lanzados desde el aire. El objetivo principal fue la región de Volyn, en particular la ciudad de Lutsk.
El presidente Zelenski calificó este ataque aéreo ruso de «demostrativo» e instó una vez más a los socios occidentales de Ucrania a imponer sanciones más severas contra los recursos energéticos rusos y sus compradores.