En la mañana del 23 de agosto, en la ciudad de Romny, región de Sumy, un dron ruso Shahed destruyó una escuela. Cuatro personas murieron entre los escombros y otras tres resultaron heridas. El mismo día, las fuerzas aéreas rusas lanzaron bombas contra guarderías y edificios residenciales en Kherson, hiriendo a seis civiles.
Los ocupantes también atacaron Odesa por la noche, dañando complejos de producción y transbordo y graneros. El holding agrícola Nibulon informó que la sucursal de la empresa en Besarabia en Izmail también fue atacada. Como resultado, se destruyeron 13.000 toneladas de cereales destinados a Egipto y Rumania. Port Izmail perdió el 15% de su capacidad de exportación. Durante el último mes de ataques a los puertos ucranianos, los rusos han destruido 270.000 toneladas de cereales.
En respuesta, Ucrania atacó Moscú con drones por la noche. El alcalde de Moscú informó que los sistemas de defensa aérea derribaron un dron en el distrito de Mozhaiskyi, pero el segundo impactó entre los pisos décimo y decimoquinto de un edificio en la ciudad de Moscú.
En Crimea, los ucranianos dañaron el complejo costero de misiles antibuque Bastion y las estaciones de radar en el cabo Tarkhankut. La inteligencia ucraniana también informó de la destrucción de un sistema de misiles ruso S-400 Triumph.