Como resultado, Ucrania ha detenido todas las exportaciones y Occidente ha pedido a la Federación Rusa que reanude su participación en el acuerdo. Rusia afirma, sin ninguna prueba, que Ucrania lanzó drones desde un barco de cereales civil frente a la costa de la ciudad portuaria de Odesa y atacó la base de la flota del Mar Negro en Sebastopol. Tras la cancelación del acuerdo, 218 barcos están atrapados en los puertos del Mar Negro. El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, instó a la Federación Rusa a cumplir el acuerdo de cereales. El secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken, y funcionarios de la OTAN hicieron una declaración similar. El ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Gabrielus Landsbergis, cree que tras la retirada rusa del acuerdo de cereales, las exportaciones desde los puertos de Ucrania deberían ir acompañadas de una escolta militar.