Un ataque con drones kamikaze la noche del 19 de septiembre en Lviv dejó dos personas heridas y una muerta. Como resultado del ataque, tres naves industriales fueron destruidas y 10.000 metros cuadrados de espacio de almacenamiento fueron quemados hasta los cimientos. Según la ONU, el incendio destruyó un almacén que contenía alrededor de 300 toneladas de bienes humanitarios.
Los ocupantes lanzaron 30 vehículos aéreos no tripulados de ataque y un misil balístico. Las defensas aéreas de Ucrania destruyeron 27 drones.
Además, en un ataque a Lviv se incendió un taller y un almacén propiedad de la empresa polaca de ventanas Fakro. Anteriormente Fakro calculaba sus pérdidas en 30 millones de eslotis, es decir, más de 240 millones de grivnas.
Además, los ocupantes rusos bombardearon Kherson y alcanzaron un trolebús con un proyectil de artillería. Como consecuencia del impacto, una persona resultó herida y dos murieron, entre ellos un policía.
Además, el ataque con cohetes del agresor alcanzó Kryvyi Rih y dañó 20 edificios de apartamentos, una escuela y una guardería.