Los expertos señalan que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) está aumentando el número de ataques en territorio ruso, y los objetivos principales de estos ataques con drones son las refinerías de petróleo y los aeródromos del enemigo.
Los ataques con drones contra refinerías ya han causado pérdidas por miles de millones de dólares a la Federación de Rusia, inutilizando el 14% de la capacidad de refinación de petróleo rusa. Los drones ucranianos ya han atacado más de 20 refinerías enemigas, y algunas han sido atacadas posteriormente tras la finalización de las reparaciones.
Como resultado de la Debido a los ataques del SBU contra aeródromos enemigos, el ejército ruso ha perdido más aviones en tierra que en el aire, sufriendo pérdidas multimillonarias. Para Ucrania, más aviones rusos destruidos significa menos ataques con bombas aéreas guiadas (KAB), que es el mayor problema que enfrenta el ejército ucraniano en el frente. Además, los rusos están utilizando aviones de combate para lanzar estos KAB y destruir las ciudades de la región de Donbas, Kharkiv y la región. Los ataques a aeródromos reducen significativamente el potencial de combate de la aviación rusa.