El nuevo asesor de Seguridad Nacional del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, Mike Waltz, está estudiando varias opciones para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. Entre ellas se encuentran las propuestas del general Keith Kellogg, a quien Trump nombró representante especial para la guerra en Ucrania.
En la actualidad, la administración Trump está buscando un alto el fuego rápido, que congelaría temporalmente el conflicto y crearía condiciones que permitirían las negociaciones entre las partes. Se prevé que los aliados europeos de Ucrania y la OTAN serán llamados a contribuir más financieramente al apoyo a Ucrania.
El escenario de Kellogg prevé la asistencia militar a Ucrania con la condición de que participe en las negociaciones de paz, y el ingreso de Ucrania en la OTAN se pospondrá indefinidamente para alentar a Moscú al diálogo. Otra propuesta incluye la creación de «regiones autónomas» en Ucrania. También se está discutiendo la posibilidad de que Rusia mantenga el control sobre los territorios ocupados a cambio de la adhesión de Ucrania a la OTAN.
El nuevo asistente adjunto del presidente y director principal de lucha contra el terrorismo, Sebastian Gorka, destacó que Trump está dispuesto a dar un ultimátum a Putin: «O inicia las negociaciones, o la ayuda proporcionada a Ucrania parecerá una nimiedad en comparación con lo que ocurrirá a continuación».