El gobierno canadiense ha pedido al parlamento que asigne 250 millones de dólares canadienses (192 millones de dólares) para asistencia militar a Ucrania. Además, el Ministro de Defensa de Canadá, Bill Blair, anunció que su país decidirá en los próximos días si transfiere los misiles aéreos CRV7 fuera de servicio a Ucrania.
Aclaró que no todos los más de 83.000 misiles de este tipo que hay en Canadá están en buen estado de funcionamiento, pero «un cierto número de ellos todavía son utilizables, así como algunos de sus componentes, en particular los motores que los ucranianos pueden utilizar».
Mientras tanto, Ucrania inició negociaciones con España sobre la conclusión de un acuerdo bilateral de seguridad.
Lituania expresó su disposición a unirse a la iniciativa de la República Checa de comprar municiones de fuentes fuera de la UE para las necesidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Sin embargo, el canciller alemán Olaf Scholz encontró otra excusa para no enviar misiles de largo alcance. Dijo que la transferencia de los misiles Taurus es imposible porque Alemania debe conservar el control sobre el despliegue de este armamento, y esto sólo es posible si hay soldados alemanes presentes en territorio ucraniano.