Según han informado a Reuters funcionarios cercanos al Kremlin, el dictador ruso Vladimir Putin está dispuesto a negociar con Donald Trump un acuerdo de alto el fuego en Ucrania y la congelación de la guerra. Probablemente, en las negociaciones se hablará de la «separación» de las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporizhia y Kherson. A cambio, Rusia podría estar dispuesta a retirarse de las pequeñas áreas de territorio que posee en las regiones de Kharkiv y Mykolaiv. Pero «el futuro de Crimea no está en discusión».
Las condiciones de Putin también incluyen la negativa de Ucrania a pertenecer a la OTAN y el estacionamiento de tropas de la Alianza en su territorio. Pero el Kremlin está «abierto a discutir garantías de seguridad para Kyiv». Además, Rusia puede exigir que Ucrania limite el tamaño de sus fuerzas armadas y se comprometa a no restringir el uso del idioma ruso. Putin podría presentar ese acuerdo a los rusos como «una victoria que asegura la protección de la población rusohablante en el este de Ucrania y protege el puente terrestre hacia Crimea».