Según el senador Lindsey Graham, se avecina un punto de inflexión en la invasión rusa de Ucrania, con un flujo de armas récord que pronto se dirigirá a Kyiv. «Durante meses, el presidente Trump ha intentado convencer al presidente Putin para que se siente a la mesa de negociaciones. Ha mantenido la puerta abierta, pero está a punto de cerrarse», declaró Graham.
El senador también añadió que el proyecto de ley de sanciones le daría a Trump un «maza para combatir la economía de Putin y a todos los países que apoyan la maquinaria bélica del Kremlin».
Mientras tanto, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, explicó que el supuesto acuerdo del presidente Trump para financiar la ayuda de la OTAN a Ucrania forma parte de un plan ya existente. En la cumbre de la ASEAN en Kuala Lumpur, Malasia, señaló que no se trata de un plan nuevo, sino de la compra de armas por parte de países europeos a EE. UU., que luego se transfieren a Ucrania. Estados Unidos insta a los aliados de la OTAN a transferir armas de sus existencias existentes y a encargar nuevos suministros a empresas estadounidenses para acelerar las entregas.