Según datos del Instituto de Energía, las importaciones de gas natural licuado a Europa en 2022 superaron por primera vez el volumen de las importaciones de gasoductos. Esto sugiere que el continente está reconstruyendo rápidamente su infraestructura energética mientras corta los lazos con Rusia tras su invasión de Ucrania.
Las importaciones europeas de gas por gasoducto rondaron los 151.000 millones de metros cúbicos el año pasado, frente a los 232.000 millones del año anterior. La caída interanual del 35% se corresponde con el aumento de las importaciones de GNL a 170 000 millones de metros cúbicos en 2022 desde los 108 000 millones del año anterior.
Aunque el apetito de Europa por el GNL ha crecido, Asia sigue siendo el mayor importador del combustible. Según los datos, el comercio mundial de GNL representó el 56% de todo el comercio interregional de gas el año pasado. La participación de Rusia en las exportaciones mundiales de oleoductos cayó al 29% en 2022 desde alrededor del 43% en promedio durante los diez años anteriores.