El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, subrayó que había dado un ultimátum al presidente de la Comisión Europea sobre la prórroga de la prohibición de importar cereales ucranianos después del 15 de septiembre. Y como Bruselas no lo hizo, Varsovia introdujo la prohibición unilateralmente.
«Hasta que se desarrolle un mecanismo de cooperación, actuaremos así con todos los productos del este, porque los intereses de los agricultores polacos son nuestros intereses nacionales», enfatizó. Morawiecki está convencido de que Rusia, y no la agricultura polaca, debe pagar las consecuencias de la guerra.
Al mismo tiempo, el 27 de septiembre, los ministros de agricultura de Ucrania y Polonia negociaron sobre el procedimiento de concesión de licencias para los productos agrícolas ucranianos. Hasta el momento no hay avances, a juzgar por los informes de ambos ministerios.
El gobierno polaco está dispuesto a estudiar la propuesta ucraniana, pero Robert Telus insiste: «Lo más importante es que el grano no llegue a Polonia en este momento».