Según los analistas, en 2019 Ucrania exportó 42.180 toneladas de chatarra por 11,8 millones de dólares. En 2020, las exportaciones disminuyeron un 15,1%, en términos monetarios, hasta los 9,5 millones de dólares. Pero en 2021 antes de la guerra, las exportaciones de chatarra ferrosa aumentaron un 1.600% hasta las 615.690 toneladas (+1.618,8%), en términos monetarios un 2.400% hasta los 238,9 millones de dólares. En respuesta, el parlamento aumentó el derecho de exportación de 58 a 180 euros por tonelada.
Tras ese cambio, en el primer año de la guerra a gran escala, las exportaciones de chatarra cayeron un 91,3% hasta las 53.560 toneladas (19,3 millones de dólares). Además, la geografía de las exportaciones ha cambiado: a los principales compradores, además de Turquía (39%), se unieron Polonia (34%) y Grecia (10%). Cuando se exporta chatarra a los países de la UE, se aplica un derecho de exportación significativamente menor.
El año pasado, las exportaciones de chatarra volvieron a aumentar hasta las 182.490 toneladas (+240,7%) y los 52,7 millones de dólares. Polonia compró el 85,44%, Grecia el 8,91%.
En los 11 meses de este año, se exportaron 261.580 toneladas de chatarra (+43,3%) por un valor de 82,1 millones de dólares. Polonia representó el 82,56% de los suministros, Grecia el 12,58%, Alemania el 3,49%.