Las minas terrestres y otros obstáculos complican el contraataque de Ucrania contra las fuerzas rusas, por lo que las tropas ucranianas tienen razón en proceder con cautela, dijo el jefe del Comité Militar de la OTAN, el almirante Rob Bauer . «Una contraofensiva es difícil… La gente no debería pensar que es pan comido. Nunca lo será», dijo a los periodistas en la sede de la OTAN en Bruselas.
Las tropas ucranianas se enfrentan a obstáculos defensivos de hasta 30 kilómetros de profundidad en su intento de atravesar las líneas rusas, dijo Bauer, basándose en comparaciones históricas. Si volvemos a la historia, «vimos en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial que los Aliados tardaron siete, ocho, nueve semanas en romper las líneas de defensa alemanas. Así que no es sorprendente que no esté sucediendo tan rápido», agregó.