Cuando el presidente estadounidense, Joe Biden, permitió que el ejército ucraniano utilizara armas estadounidenses para atacar objetivos en Rusia, le hizo un gran favor estratégico a su sucesor, Donald Trump, según Bloomberg. Este desarrollo debería obligar al dictador ruso Vladimir Putin a llevar a cabo negociaciones genuinas y no continuar con conversaciones vacías.
«Putin está tratando de ser lo más agresivo posible en Ucrania para fortalecer su posición ante la nueva era de la geopolítica», explica el analista, refiriéndose al regreso de Trump al cargo.
A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, está convencido de que Trump no apoyará un acuerdo desfavorable para Ucrania en el contexto del fin de la guerra.
«Quiere conseguir el acuerdo adecuado para el pueblo estadounidense. Y eso es una paz sostenible en Europa, no que Rusia logre sus objetivos y regrese para nuevas conquistas en los próximos años», dijo Lammy.