cuando un productor de petróleo y gas comienza a manipular los precios y sabotear las economías de la mitad del planeta, los líderes mundiales deben tomar una posición para detener las prácticas ilegales. Como la mayoría de los países tienen legislación antimonopolio en funcionamiento en sus propios estados nacionales, no hay excusa para que los líderes mundiales ignoren al elefante en la sala. A veces parece que puede haber otro juego en juego en los pasillos del poder. Un país toma medidas para hacer subir el precio de los productos básicos vitales. En lugar de quejarse, el resto simplemente comienza a vender petróleo y gas en grandes volúmenes a precios récord a los países que más lo necesitan. Saludos cordiales, Comité Editorial.