La escasez de suministro de gas y los altos precios del gas son los problemas más candentes en todo el mundo. Debido a un aumento vertiginoso en los precios de la energía, las empresas manufactureras están cerrando la producción y el precio del acero aumentó a niveles récord. Todo esto sucede en el otoño, cuando la temporada de calefacción invernal está a punto de comenzar. Este es el primer paso estratégico para calentar el tema de la seguridad energética en la UE y promover el proyecto Nord Stream-2. El gobierno alemán es el único que queda para permitir que suceda y lo más probable es que no tenga otra opción. A día de hoy, el PIB de Alemania depende en gran medida de la fabricación que necesita un gran volumen de gas para impulsar su producción. El resultado de esta crisis energética muy claro.