los políticos ucranianos dedican demasiado tiempo y energía a discutir sobre Nord Stream-2. La amenaza y los daños tanto al país como a la economía, etc. Como políticos, deben darse cuenta del hecho de que nadie impedirá que Nord Stream-2 se abra y comience a bombear gas a Europa. Los inversores del proyecto tenían esta intención y nada detendrá la finalización del oleoducto de 9,5 mil millones de euros. Ucrania necesita dedicar más recursos y voluntad política para volverse independiente desde el punto de vista energético y mirar hacia un futuro sin capitalismo de compinches. Esto solo se logrará atrayendo inversores externos en el sector energético, en proyectos renovables y asegurando que el estado de derecho proteja los activos y sus operaciones.