El 3 de septiembre, Rusia lanzó dos misiles balísticos contra una institución académica y un hospital de Poltava. Según la Fiscalía General, hasta el martes por la noche, el número de muertos ascendía a 51 y otras 271 personas resultaron heridas.
El mismo día, se supo que Estados Unidos se prepara para proporcionar a Ucrania misiles de crucero de largo alcance. En particular, Estados Unidos planea incluir los misiles aire-tierra JASSM. En el paquete de ayuda militar que se enviará este otoño, la concesión de misiles JASSM a Ucrania dejaría a una parte importante de la Federación Rusa europea vulnerable a los ataques de potentes municiones de alta precisión y complicaría las operaciones ofensivas del ejército ruso.
Los modelos antiguos de JASSM tienen un alcance de vuelo de unos 370 km, y la nueva versión puede viajar más de 800 km. No se sabe qué recibirá Ucrania. Estos misiles pueden programarse para eludir las defensas antiaéreas y solo integrarse con los aviones estadounidenses, que Ucrania tiene ahora en su poder.