Según la Inspección Estatal, debido a la guerra a gran escala de Rusia durante los primeros 10 meses, 11,08 millones de metros cuadrados de tierras ucranianas quedaron sembradas con restos de objetos destruidos y municiones, y 280.130 metros cuadrados de suelo se contaminaron con sustancias peligrosas. Además, durante los bombardeos se quemaron 686.170 toneladas de productos derivados del petróleo, que contaminaron el aire con sustancias peligrosas, y los cohetes y proyectiles quemaron 59.150 hectáreas de bosques y otras plantaciones, algunas de las cuales pueden restaurarse dentro de diez años, y el resto se pierde. para siempre. Asimismo, se destruyeron 979.110 metros cuadrados de instalaciones, incluida infraestructura crítica.