El 11 de marzo se celebró en París una reunión de líderes militares y de la OTAN de más de 30 países, donde el presidente francés, Emmanuel Macron, solicitó un plan para definir garantías de seguridad creíbles para Ucrania en caso de un alto el fuego. Este llamado se produjo tras el acuerdo de Ucrania con Rusia sobre un alto el fuego de 30 días propuesto por Estados Unidos.
Macron enfatizó que, a medida que avanzan las conversaciones de paz, es esencial comenzar a planificar para garantizar la durabilidad de la paz en Ucrania, sin dejar de apoyar al ejército ucraniano. Destacó que Europa debe brindar el máximo apoyo a Ucrania y reforzar sus defensas.
Los jefes de Estado Mayor de las fuerzas armadas de países europeos y de la OTAN, incluidos el Reino Unido y Turquía, coincidieron en que las garantías de seguridad para Ucrania están intrínsecamente ligadas a la OTAN y sus capacidades.
Macron reiteró que las tropas europeas solo podrían desplegarse en suelo ucraniano tras la firma de un acuerdo de paz, garantizando así su pleno cumplimiento. Francia también está dispuesta a debatir la extensión de la disuasión nuclear a sus socios europeos.