Según los analistas de la UCI, la demanda de divisas entre los ucranianos se mantiene en un nivel muy alto y está obligando al Banco Nacional de Ucrania a vender grandes volúmenes de sus reservas internacionales para mantener el tipo de cambio de la grivna cerca del nivel actual y reducir la presión inflacionaria. Las compras netas totales de divisas la semana pasada disminuyeron un 9% a $500 millones.
En el mercado interbancario, las compras netas disminuyeron un 10% a $234 millones, y en el segmento minorista, un 8% a $266 millones. Al mismo tiempo, el volumen de intervenciones del Banco Nacional aumentó un 22% a $877 millones.
La última vez que surgió la necesidad de intervenciones tan importantes fue en julio, cuando el Banco Nacional detuvo el fuerte debilitamiento del tipo de cambio de la grivna a 41,5 grivnas por dólar. Gracias a estas intervenciones, el tipo de cambio oficial de la grivna se mantuvo casi sin cambios durante la semana y el viernes se fijó en el mismo nivel que la semana anterior, 41,19 grivnas por dólar.
Si la ayuda internacional llega regularmente, el BNU podrá seguir aplicando una política similar, evitando un debilitamiento significativo del tipo de cambio de la grivna.