Según el Nuevo Estudio Económico Mundial (WEO) del FMI, tras la desaceleración provocada por la pandemia, la inmigración a la UE alcanzó en 2022 un máximo histórico, debido principalmente a la migración de más de cuatro millones de refugiados de Ucrania.
«Los refugiados ucranianos se han integrado en los mercados laborales de la UE significativamente más rápido que las oleadas anteriores de refugiados. Varios países han estimado que la tasa de empleo entre los refugiados ucranianos se acerca o supera el 50%, que normalmente se alcanza solo cinco o más años después de la llegada. Los migrantes han ayudado a satisfacer una demanda de mano de obra sin precedentes durante este período», señala el estudio del FMI.
Esto fue facilitado por la Directiva de Protección Temporal (TPD) de la UE, que abrió el acceso al derecho de residencia, la asistencia social y los servicios médicos, además de simplificar el acceso al mercado laboral (cursos de idiomas, confirmación de cualificaciones, reciclaje profesional e incentivos financieros para los empleadores). Una alta proporción de personas con educación superior y una mayor demanda en el mercado laboral de la UE también contribuyeron al rápido empleo.