Cabe señalar que un apoyo similar de los Siete Grandes permitió la aprobación del programa de cuatro años del FMI para Ucrania, lo que permitió a las autoridades ucranianas garantizar el funcionamiento del gobierno, continuar brindando servicios esenciales, llevar a cabo las reparaciones más críticas de la infraestructura dañada y estabilizar la economía.
Al mismo tiempo, los ministros y jefes de los bancos centrales dijeron que «esperan la rápida implementación de reformas estructurales en Ucrania en el marco del programa del FMI», que contribuirá no solo a la estabilización y recuperación de la posguerra sino también «ayudará a catalizar más apoyo financiero de otros países e instituciones, y del sector privado».
Los ministros de finanzas del G7 también reafirmaron su «determinación inquebrantable de implementar y hacer cumplir sanciones y otras medidas económicas contra la Federación Rusa».