En la sede de la OTAN en Bruselas se celebró una reunión del Consejo OTAN-Ucrania , en la que las partes discutieron el uso por parte de Rusia de un nuevo misil balístico. Los miembros de la OTAN confirmaron su apoyo a Ucrania y señalaron que el ataque a Dnipro es visto como otro intento ruso de aterrorizar a la población civil.
«El despliegue de estas armas no cambiará el curso del conflicto y no disuadirá a los aliados de la OTAN de apoyar a Ucrania», dijo la portavoz de la OTAN, Farah Dakhlallah.
El día anterior, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, expresó sus prioridades en el cargo. La primera preocupación es el fortalecimiento de la defensa para que la OTAN pueda protegerse contra las amenazas y prevenir la guerra. La segunda es apoyar a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa, que Corea del Norte, China e Irán facilitan. Rutte enfatizó que cuanto más ayuda reciba Ucrania, antes terminará la guerra. La tercera prioridad es abordar los desafíos globales a la seguridad euroatlántica.
A su vez, el comisario europeo Didier Reynders calificó la adhesión a la UE como la principal garantía de seguridad de Ucrania.