El lunes, el 47º presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró una emergencia energética, permitiendo la extracción de energía en lugares donde antes estaba prohibida.
«Vamos a perforar. Volveremos a ser un país rico, y el oro líquido bajo nuestros pies nos ayudará a hacerlo», dijo Trump.
También levantó una moratoria impuesta por Biden sobre nuevas licencias para exportar gas natural licuado (GNL). Como resultado, el Departamento de Energía debe reanudar la consideración de solicitudes de nuevos permisos, así como estudiar los beneficios económicos y laborales de aprobar nuevos permisos de exportación y «el impacto en la seguridad de los aliados y socios».
Tras las decisiones de Trump, los precios del petróleo en Estados Unidos cayeron. Los futuros del Brent cayeron un 0,81% a 79,50 dólares el barril, mientras que los futuros del WTI cayeron un 1,48% a 76,73 dólares. Sin embargo, Europa reaccionó de forma diferente a la nueva política de Trump. Los precios del gas natural aumentaron en medio de la amenaza de los aranceles punitivos amenazados por Trump.