Los líderes del G7 y más de 30 países socios, así como la UE, adoptaron una Declaración Conjunta para apoyar la recuperación y reconstrucción de Ucrania, proporcionando más asistencia militar, económica y humanitaria tanto a corto plazo como en el período posterior a la guerra.
«Disipamos cualquier idea errónea de que el tiempo está del lado de Rusia o que puede ganar provocando el colapso económico de Ucrania», dice el documento.
Se enfatiza que la Federación Rusa debe pagar por el daño que ha causado. Por lo tanto, los activos soberanos congelados de Rusia en Occidente permanecerán congelados hasta que cese su agresión y compense a Ucrania por sus pérdidas. Los socios internacionales de Ucrania prometen apoyar la estabilidad macrofinanciera del país para restaurar la infraestructura crítica, estimular el crecimiento económico, apoyar la estabilidad social e implementar reformas prioritarias. La asignación de 50 mil millones de dólares a Ucrania también proporcionará asistencia asegurada por los ingresos de los activos congelados.
Por su parte, Ucrania se compromete a implementar reformas económicas, judiciales y anticorrupción y a mejorar los sistemas de gobernanza corporativa, defensa y gestión de la inversión estatal.