Bloomberg escribe: «La invasión de Ucrania por parte de Putin condujo a la intervención ucraniana en la Federación Rusa», lo que confundió al Kremlin. La brecha fronteriza en la región de Kursk tomó por sorpresa al ejército ruso. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, el ejército de un país extranjero ha invadido el territorio de la Federación Rusa.
Ucrania no ha comentado oficialmente sobre los acontecimientos en la región de Kursk, lo que ha dado lugar a varias teorías, desde un intento de apoderarse del territorio como posible moneda de cambio en futuras negociaciones con Moscú hasta una táctica de distracción para aliviar la presión en toda la línea del frente.
El incidente expuso las debilidades de la defensa fronteriza de Rusia y socava la imagen cuidadosamente construida por el Kremlin de Putin como el «protector de los rusos comunes y corrientes». En lugar de inspirar confianza a Rusia, la guerra ahora está impactando cada vez más a su patria.
Para Ucrania, fortalecerá el argumento de que los aliados estadounidenses y europeos no deben temer las amenazas rusas de una escalada.