Según Bloomberg, los funcionarios del G7 están debatiendo la idea antes de la cumbre de mayo de los líderes en Japón. El nuevo enfoque cambiará fundamentalmente el actual régimen de sanciones: se prohibirán todas las exportaciones, con algunas excepciones. Actualmente se permite exportar todo lo que no esté específicamente sujeto a sanciones.
Si los líderes del G7 apoyan la medida en la cumbre, se deben acordar excepciones. Y es probable que en estas excepciones se incluyan medicamentos y productos agrícolas, especialmente alimentos.
Pero, según las reglas de la UE, todos los estados miembros tendrían que adoptar estas nuevas normas. Dada la reacción violenta de las empresas que aún exportan productos a Rusia, esto provocará un acalorado debate.
Actualmente, los productos de Europa, EE. UU., Canadá y Japón, que han llegado a Rusia, están valorados en 66.000 millones de dólares. El G7 cree que esto es un beneficio demasiado grande para la economía rusa.